No es una dieta de adelgazamiento temporal, es un estilo de vida nutricionalmente hablando que te llevara a alcanzar o mantener tu peso óptimo de forma saludable.
La dieta cetogénica te mantiene en un estado de cetosis continuo (más o menos severo), provocado por una baja ingesta de hidratos de carbono, utilizando así tus reservas de grasa como fuente de energía.
“Desaprender para aprender”
Olvídate de todo lo que sabes, oyes y has practicado hasta ahora de dietas.
Abre tu mente
1. PIERDE EL MIEDO A LAS GRASAS, NO SON TU ENEMIGO.
Come grasas sanas, naturalmente presentes en sus carnes, pescados grasos, aceite de oliva virgen, aguacates, frutos secos, aceitunas, etc… Huye de las procesadas como mantequillas, margarinas y otras grasas trans.
2. PROTEÍNA, LA NECESARIA, NI MÁS NI MENOS.
Si incorporas una ración de proteína en tus comidas principales ya no tienes que preocuparte. No utilices batidos, ni otras proteínas concentradas si no lo necesitas.
3. NO ES LO MISMO BAJA EN HIDRATOS QUE SIN HIDRATOS
Los hidratos deben tomarse a razón de 0,5g/día por kilo de peso corporal si deseas una cetosis severa (adelgazar) o 1g/día por kilo de peso corporal si deseas adelgazar y mantener tu peso.
Los peores: harinas, fécula, azucares simples, etc.
4. QUE NO FALTE VERDURA EN TUS COMIDAS PRINCIPALES.
La verdura nuestra gran aliada 180g de espinacas son 7g de hidratos.
Aportan poquísimos hidratos y muchísimos beneficios.
En resúmen:
Un primer plato de judías verdes salteadas con aceite de oliva, ajo y jamón
Un segundo plato de asado de cordero al horno con champiñones
Un postre de un puñado nueces y almendras.
Cetogénico, sano y sabroso.
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